Todas las civilizaciones conocidas hasta el momento crecieron y florecieron en torno al agua. Las antiguas ciudades estaban construidas y asentadas en torno a ríos, pozos o lagos de los cuales sus habitantes, pudieran abastecerse de agua como elemento indispensable para la vida, En el transcurso de la historia y el de las grandes civilizaciones, cabe recordar y mencionar que el glorioso Imperio Romano fue el que más exploto este recurso. Estos grandiosos ingenieros, constructores de acueductos, de termas, de puentes, de sistemas de alcantarillado y de un sin fin de construcciones que nos legaron, utilizaron el agua en sus múltiples dimensiones, tanto para el bienestar indispensable que es para la vida humana o natural, o como arma de guerra ante la cual caían las antiguas fortalezas, villas o ciudades erguidas tras unos muros en ocasiones impenetrables incluso para las más preparadas legiones romanas, las cuales desviaban el curso de los ríos, secaban las fuentes y cortaban cualquier suministro de abastecimiento hasta que esta caía rendida.
He aquí el agua, un derecho básico para todo ser humano, y la accesibilidad un recurso para poder subsistir antaño y para salir de la pobreza hoy. Sin embargo, el conocido como El oro del siglo XXI, ha dejado de ser un bien libre y se ha convertido en un bien estratégico, escaso y muy comercializable, motivo de conflicto
en alza entre países que comparten recursos hídricos, como es el caso de Israel o Líbano que se disputan el agua del río Jordán, la India o Paquistan por las del río Indo o la de India y Bangladesh por las del Ganges son solo una muestra de las tensiones que pueden producirse en el S. XXI en los más de 260 enclaves en el mundo donde existen ríos de relevancia compartidos por dos o más países.
La falta de agua cada vez será mayor, los científicos pronostican que para el año 2020 la falta de agua será alarmante, llegado el punto que las futuras guerras serán por el agua.
¿Nos hemos planteado alguna vez cuanta agua nos queda en el planeta? ¿De cuanta gastamos innecesariamente cada día?
Lo que si sabemos es que el agua cada vez es más escasa, un problema de escala global al que 1.100 millones de personas, es decir, el 18% de la población no tiene acceso al agua, y otros 2.400 millones de habitantes carecen de un saneamiento adecuado.
El agua que las ciudades le roban a las montañas se canaliza o entuba, se desperdicia, se contamina de mil formas (muchas de ellas irreversibles), sin importarnos lo màs mínimo de que los ríos, los lagos y los acuíferos se están secando, o sea, que cada vez hay menos agua, y; lo que es peor, los glaciares, que son nuestras
reservas de agua en el planeta se están
descongelando de manera alarmante.
La escasez de agua en el mundo nos hace pensar en que en el futuro se pueda convertir en un artículo de lujo, mientras que en algunos países el acceso al agua se torna imposible, otros no dudan lo más mínimo de convertirlo en un producto exclusivo, de hecho ya se envasa este líquido tan solo al alcance de los bolsillos más pudientes, con un precio que oscila entre los 70 y los 380 euros. Embotellada en una exclusiva botella y adornada con cristales Swarovski que forman la palabra del fabricante, tratan de llegar al mercado más selecto y exclusivo. Tanto estos sibaritas como nosotros mismos, sabemos que en algunos pueblos de África acceder al agua que en ocasiones es turbia y no es potable, significa tener que recorrer una distancia de unos 30 Km; y aún así no hacemos nada para solucionarlo sino todo lo contrario, malgastamos y contaminamos el agua que tenemos.
Por eso desde aquí queremos mandar un mensaje que pueda hacer mella en las personas y nos ayude a cambiar ciertos hábitos y cuidar de ese líquido tan valioso que tenemos . ¿Sabías que una colilla es capaz de contaminar 1000l. de agua durante 10 años?¿Que puedes cambiar tu para ayudar? ¿Cómo solucionarías este problema? ¿Qué te parece la actitud de los gobiernos?
¡¡Tu opinión nos interesa, anímate y participa en nuestro blog!!
M.B.
He aquí el agua, un derecho básico para todo ser humano, y la accesibilidad un recurso para poder subsistir antaño y para salir de la pobreza hoy. Sin embargo, el conocido como El oro del siglo XXI, ha dejado de ser un bien libre y se ha convertido en un bien estratégico, escaso y muy comercializable, motivo de conflicto
en alza entre países que comparten recursos hídricos, como es el caso de Israel o Líbano que se disputan el agua del río Jordán, la India o Paquistan por las del río Indo o la de India y Bangladesh por las del Ganges son solo una muestra de las tensiones que pueden producirse en el S. XXI en los más de 260 enclaves en el mundo donde existen ríos de relevancia compartidos por dos o más países.
La falta de agua cada vez será mayor, los científicos pronostican que para el año 2020 la falta de agua será alarmante, llegado el punto que las futuras guerras serán por el agua.
¿Nos hemos planteado alguna vez cuanta agua nos queda en el planeta? ¿De cuanta gastamos innecesariamente cada día?
Lo que si sabemos es que el agua cada vez es más escasa, un problema de escala global al que 1.100 millones de personas, es decir, el 18% de la población no tiene acceso al agua, y otros 2.400 millones de habitantes carecen de un saneamiento adecuado.
El agua que las ciudades le roban a las montañas se canaliza o entuba, se desperdicia, se contamina de mil formas (muchas de ellas irreversibles), sin importarnos lo màs mínimo de que los ríos, los lagos y los acuíferos se están secando, o sea, que cada vez hay menos agua, y; lo que es peor, los glaciares, que son nuestras
reservas de agua en el planeta se están
descongelando de manera alarmante.
La escasez de agua en el mundo nos hace pensar en que en el futuro se pueda convertir en un artículo de lujo, mientras que en algunos países el acceso al agua se torna imposible, otros no dudan lo más mínimo de convertirlo en un producto exclusivo, de hecho ya se envasa este líquido tan solo al alcance de los bolsillos más pudientes, con un precio que oscila entre los 70 y los 380 euros. Embotellada en una exclusiva botella y adornada con cristales Swarovski que forman la palabra del fabricante, tratan de llegar al mercado más selecto y exclusivo. Tanto estos sibaritas como nosotros mismos, sabemos que en algunos pueblos de África acceder al agua que en ocasiones es turbia y no es potable, significa tener que recorrer una distancia de unos 30 Km; y aún así no hacemos nada para solucionarlo sino todo lo contrario, malgastamos y contaminamos el agua que tenemos.
Por eso desde aquí queremos mandar un mensaje que pueda hacer mella en las personas y nos ayude a cambiar ciertos hábitos y cuidar de ese líquido tan valioso que tenemos . ¿Sabías que una colilla es capaz de contaminar 1000l. de agua durante 10 años?¿Que puedes cambiar tu para ayudar? ¿Cómo solucionarías este problema? ¿Qué te parece la actitud de los gobiernos?
¡¡Tu opinión nos interesa, anímate y participa en nuestro blog!!
M.B.
