miércoles, 8 de junio de 2011

La ciudad de los castreños: VIGO y la comarca.
Como creo, que el conocimiento de nuestros antepasados, es cada vez más necesario en estos tiempos, en que nos parece pasar sin dejar una huella, redacto este artículo.
Sin poder o querer descubrir, los auténticos orígenes de los primeros pobladores de nuestra ciudad, si se puede decir que ya en los inicios de las culturas que sabemos estuvieron aquí presentes. Nuestra comarca siempre atrajo a la gente que buscando sitios donde poder asentarse, vio las ventajas que nuestra tierra tenía.
Se puede decir que los primeros moradores de nuestra ciudad, fueron hombres que huyendo del frío, bajaron desde el centro de Europa, por tanto, podemos decir que eran indoeuropeos, de los que estaban situados al oeste de Europa. Si nuestros primeros pobladores, llegaron huyendo del frío, los que les siguieron, también huían pero en este caso, huían de otros pueblos, que por ser numerosos, y siendo en su forma de ser, más belicosos, estaban continuamente en guerras tribales con los pueblos vecinos, para aumentar la frontera de sus territorios. De esta forma, esos pueblos indoeuropeos se fueron extendiendo por toda Europa, y a pesar que nuestra tierra tenía un difícil acceso, desde el interior a la costa noroeste, lo que hacia que todo este territorio fuera menos poblado, ayudo a la incorporación en los pueblos ya existentes, de esas culturas no tan diferentes de la que usaban los pobladores de estas tierras. De esta forma la cultura megalítica de gran influencia en toda la zona norte de la península, y buena parte del oeste de Europa, fuera el apogeo de nuestra tierra llegando a ser el momento de más población, encontrando en el entorno y dentro de nuestra ciudad más de 26 castros, que eran los lugares donde transcurría la vida de estos pobladores, al mismo tiempo estos castros , servían de refugio en caso de ataque al estar rodeadas de un muro de piedra, que era el material más usado en este tiempo, que servía tanto para la construcción de las pallozas, para los muros defensivos, para consagrar los sitios dedicados a cultos y a sacrificios y para dejar testimonio de sus creencias.

Dibujo de lo que sería una palloza
Esta forma de vida en los castros, tuvo con la llegada de los romanos aun más trascendencia la romanización de los mismos, derivo en techos de tejas, la arcilla fue una introducción romana, estos eran más confortables que los de paja usados anteriormente, también con la llegada romana nuestra ría y nuestro puerto natural, fueron creciendo en la actividad que de ellos dependía, la pesca fundamental para los vecinos de la llamada, Vicus Spacorum, que fue el nombre que los romanos pusieron a nuestra villa, junto al comercio, hacían que la población aumentara de forma progresiva. Tras el paso de años y siglos, ya en la etapa cristiana, hacían que nuestro puerto fuera mandado por señores feudales y por la iglesia, quitaron la supremacía de nuestro puerto dándosela al puerto de Bayona, derivando en que nos quedáramos con menos importancia comercial, pero con el continuo saqueo de piratas y corsarios, que llegaron a ser incluso renumerados por otros gobiernos que apoyaban ese saqueo. Uno de los más nombrados por la historia, fue sin duda el del Capitán Drake que tras intentarlo varias veces, consiguió por fin entrar en la ciudad y arrasarla quemando todo cuanto encontraban a su paso.
Pero desde aquí ya nos meteríamos en otra historia...

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